¿Qué sombra?
Me refiero a ese “espacio” de la psique inaccesible al propio campo de visión. Ahí vivien personajes internos exiliados, rasgos de personalidad, anhelos no reconocidos, apegos negados, recuerdos disociados y hasta dones valiosos, todo lo que me cuesta sentir como propio. “Esa que no soy yo”.
🐧¿Y qué tiene que ver “la sombra” con sentir envidia?
Todo lo que habita en ese ángulo muerto, “la sombra”, pugna por salir a la luz, a la consciencia, y aparece de forma metafórica en los sueños y se asoma a través del cuerpo en muchos síntomas de enfermedades con origen emocional, pero también lo proyectamos en otras personas.
Envidiamos aquella cualidad del otro que precisamente es idéntica o se parece a un don que llevamos dentro pero aún no hemos podido desarrollar por las circunstancias de nuestro pasado. Nuestro niño interior nació con potenciales que quedaron ahí encapsulados por motivos de supervivencia. A esa parte de la sombra le llamó Carl G. Jung “sombra dorada”.
🐧Quisiera poder hacer algo práctico con esta reflexión.
Con consciencia y voluntad pordemos empezar por cambiar el lenguaje interno cada vez que nos escuchemos expresar envidia por otro y transformarla en admiración. Admiro su “X” voy a trabajar en serio para reconocerlo en la parte dorada de mi sombra y darle cabida hoy en mi vida.
🐧Eso no se puede hacer de la noche a la mañana…
Podemos empezar a imaginarlo, a jugar como niños a que lo tenemos, a dar pequeños pasos para darle vida real a lo que de verdad llevamos dentro. Nunca es tarde. La sombra dorada es como una semilla fosilizada. Hasta que no encuentre las condiciones idóneas no germina. ¿Y qué mejor momento que el presente para comenzar?
Como dijimos en otro artículo, “comienza donde estás”.