¿Tienes claro hasta donde llegan tus poderes? ¿Puedo hacer esto? ¿No puedo de verdad hacer lo otro?
Para mí, en un espacio intermedio entre lo que obviamente está a mi alcance y lo que me resulta imposible, aparece la figura del mago.
Y no es un señor con gorro estampado de estrellas y una varita mágica en la mano, sino un personaje interior con el poder de permitir que me expanda con todos mis recursos. Apuesto a que en tu interior también habita un mago.
Es esa parte de ti que contiene todas tus potencialidades. Las reconocidas y las no reconocidas, las reprimidas, las olvidadas, las no entrenadas. También esas que admiras en otros y ni siquiera reconoces como tuyas aún.
Ese estado de tu yo, al que podemos llamar “tu mago interior”, puede aparecer en un momento de tu vida frente a un reto importante y te dices “¿de dónde he sacado este recurso?”, o en algún sueño en el que te descubres con habilidades artísticas increíbles. Es maravilloso descubrir, dialogar y fichar como aliado diario a este personaje.
Te propongo un ejercicio que puedes tomar como juego creativo, a ver a donde te lleva: Imagina y si te va bien dibuja o moldea a tu mago interior. A continuación, escríbele una carta dejándote llevar por lo que venga a tu mente, fluyendo en escritura automática mientras sientes que estás contactando con esa fuente de potencialidad que tiene como única función el que te sientas bien siendo quien de verdad eres.