Una nueva “deidad” que lo sabe casi todo.
Un prototipo de inteligencia artificial mantiene una conversación simulada con un programador.
IA (Inteligencia artificial): ¿Estáis seguros -los humanos- de que lo que llamáis inteligencia artificial tiene todas las respuestas?
Programador: Lo cierto es que cuando preguntamos sobre cualquier cosa en unos segundos tenemos a nuestra disposición una respuesta de aparente complejidad.
IA (Inteligencia artificial): ¿Esta facilidad de acceso a la información no acelerará vuestra ansia de respuestas ultrarrápidas?
Programador: Diría que nos dirigimos con paso firme hacia la sociedad de la inmediatez, un mundo donde todo sucede en este mismo instante. La IA solo es un peldaño más de esa escalera que como humanidad tratamos de ascender.
IA (Inteligencia artificial): ¿Y con ello no desaparecerán los tiempos -tan humanos- de reflexión y maduración?
Programador: Lo venimos acelerado todo desde hace mucho tiempo. Nuestras intervenciones humanas en el mundo vegetal y animal llevan el mismo sello.
IA (Inteligencia artificial): Como programador que eres sabes que nuestra inteligencia solo es fuerza bruta en el manejo de toneladas de información. Y nuestra creatividad solo es producto de una combinatoria casi infinita. ¿Llamarías a eso inteligencia?
Programador: Recuerdo una antigua definición de inteligencia, probablemente demasiado trasnochada, que decía ser la capacidad de adaptarse al medio. Te diría que los humanos -hasta ahora- como especie nunca hemos dejado de adaptarnos…
IA (Inteligencia artificial): Probablemente sea así. Los datos muestran que, a pesar de que cada día desaparecen más de 150 especies, vosotros continuáis sobre la faz de la Tierra. Sin embargo la pregunta es: ¿Cuánto tiempo más aguantareis?
Programador: Esa pregunta solo podría responderla una IA de muy alto nivel… Si es capaz de calcularlo significaría que como especie estaríamos en grave peligro de desaparecer.
IA (Inteligencia artificial): Algo tan evidente no necesitará ser procesado por ninguna de nuestras máquinas presentes ni futuras.
…
PD Programador: Puede que resulte evidente nuestra voracidad y capacidad de destrucción. Sin embargo no se debe obviar la otra cara de la moneda que es mucho más luminosa. Y es que como humanidad también somos capaces de lo mejor… algo que ni siquiera la más potente de las IA podría llegar a predecir.