Un cuento para entender la importancia de las dificultades.
¿Conoces la historia de aquel agricultor que cansado de las heladas continuas pactó con Dios que durante un año las condiciones climáticas fueran más benignas?
Lo que pasó es que bajo esas condiciones tan aparentemente favorables ninguna de las semillas que plantó salieron adelante. El motivo es que todo en la naturaleza -nosotros también estamos incluidos- necesitamos cierto nivel de dificultad para que las cosas funcionen.
Estas mismas dificultades nos ponen de vez en cuando en crisis, es inevitable. Sin embargo no hay que temerlas porque cuanto mayor es el punto crítico, siempre que se supere, mayor será el crecimiento que experimentaremos.
Y probablemente no seamos conscientes, pero suelen ser las encargadas de darnos el empujón que necesitábamos para salir adelante.