Tus logros dependen de tu trabajo interior
Alejandro Jodorowsky comenta una vieja historia china
Un filósofo, durante uno de sus viajes, vio en las cercanías de un bosque a un jorobado que atrapaba cigarras como si estuviera recogiendo flores. El filósofo le dijo: «¡Qué habilidad! ¿Tienes un método?» «Sí – respondió el jorobado-, tengo un método. Durante seis meses me dediqué a equilibrar dos esferas sobre una pértiga: cuando dejaron de caer, pocas cigarras se me escapaban. En seguida, sostuve en equilibrio tres esferas: cuando no cayeron más, una cigarra de cada diez se me escapaba todavía. Por fin coloqué sobre la pértiga cinco esferas y cuando cesaron de caer no tuve más que recolectar las cigarras. Por eso mantengo mi cuerpo inmóvil como el tronco de un árbol, y mi brazo tenso se parece a una rama seca. De tantas cosas que hay en el mundo, sólo conozco a las cigarras. No cambiaría por nada a las cigarras. No me muevo: ellas vienen a mí, ¿cómo podría no cazarlas?»
COMENTARIO DE ALEJANDRO JODOROWSKY:
El filósofo piensa que el método para cazar cigarras debería aprenderse estudiando los hábitos del insecto para luego ir al campo a cazarlas. La sabiduría del jorobado hace que primero olvide a las cigarras y que se encierre a perfeccionarse corporal y espiritualmente. Cuando su mente está tan tranquila que puede olvidarse de sí mismo y sus pequeños intereses, para pensar sólo en un objeto con la más grande atención (lo que requiere el más grande amor), entonces ya puede obtener todas las cigarras que quiera. La cigarra simboliza la esencia del mundo. Hay quienes la buscan en fiestas, actividades sociales periféricas e intoxicaciones, pero mientras más corren tras ella menos la encuentran. El método sabio es el del jorobado: mirar hacia el interior de uno mismo, ordenarse, vaciarse. Si sabemos esperar, todo vendrá hacia nosotros. La realidad le da oportunidad a quien sea, siempre que este ser haga algo que la sociedad necesita. ¡Quien se apura, avanza lento! Tratémonos como a un pozo al que se le limpia y destapa para que en él pueda volver a brotar el agua cristalina.