Tres personajes que viven en nuestro interior y que son de “otro nivel”
(Porque parecen estar más allá de nuestro control)
¿Conocemos algo de estas sub-personalidades que muchas veces ocultamos a los demás e incluso a nosotros mismos?
Es poco importante los nombres que pongamos a estos personajes, siempre que seamos capaces de detectarlos en nuestra vida:
-El original. Se caracteriza por ser muy creativo. Todos podemos encontrar a esta sub-personalidad trabajando en algún escenario de nuestra existencia si buscamos donde fuimos humillados en nuestra tierna infancia. Detrás de la humillación suele haber una rebelión y muchas veces también encontraremos un genio en potencia, incluso aunque lo mantengamos oculto por no considerarlo políticamente correcto. Lo que parece claro es que allí donde esté instalado hará las cosas de una forma diferente, las hará siempre “a su manera”.
-El intuitivo. Personalidad que nos conecta con lo más profundo de la inspiración. En general este personaje quiere pasar desapercibido. Sin embargo es muy importante para todos los que se dedican a actividades artísticas como el teatro, cine, televisión, escritores, músicos, etc. Ese personaje pudo haber surgido del complejo de confusión-indignidad. ¿Nos hicieron sentir que nuestra opinión no valía nada? Personaje siempre escurridizo e indefinible, como la misma niebla. Puede ser el creador de visiones y espejismos y en cierta medida también está asociado a la perdida de límites. Conviene llevar cuidado con las idealizaciones de todo tipo que son su gran especialidad.
-El profundo Esta sub-personalidad se muestra como obsesiva en sus búsquedas. Es la que nos permite el acceso a nuestro “cofre del tesoro” personal. Cofre que en la mayoría de las ocasiones mantenemos cerrado durante toda la vida por puro miedo a lo que podríamos encontrar en su interior. Un personaje que creamos al percibir, también en nuestra infancia, que había algo en nosotros que no estaba bien. Miedos que quedaron encerrados y conviene trabajar para que no se conviertan en obsesiones. Si algún día somos capaces de abrir este cofre tal vez descubramos que no era tan fiero el “león” como nos lo habían pintado. Probablemente resulte ser la vía para acceder a un tesoro interior que estaba por descubrir.
¿Eres capaz de reconocerlos en ti…?