Cuando vas a consultar a alguien y tienes dudas…
En primer lugar entérate sobre su trayectoria profesional, currículo, publicaciones, etc. Aunque la mejor publicidad suele llegar del “boca a boca”, su obra hablará por él mucho más alto y claro de lo que imaginas.
A continuación evita las expectativas desmesuradas al respecto de lo que puedes descubrir, sobre todo si no exige trabajo por tu parte.
Después pon a prueba aquellas cosas que te diga. Si intenta meterte miedo es una señal de que algo quiere. Cuando es mucho miedo… entonces será mejor marcharte amablemente.
¡Presta atención a sus respuestas rápidas! ¿Acaso no es cierto que lo que rápido viene rápido se va?
Sin duda un buen profesional puede señalarte caminos que tal vez no habías visto, aunque resulta difícil (no sé si es imposible) que alguien pueda conocerte mejor que tú mismo.
En cualquier actividad de ayuda (médicos, psicólogos, etc.) un punto importante es no hacer daño. El especialista ayudará y acompañará hasta el punto en que se lo permitas. ¿Pregúntate si tiene sentido que salgas de una consulta muchísimo peor de lo que has entrado?
Si ya hemos cometido el error de caer en las fauces de un “vendedor sin escrúpulos” trata de identificar aquello que te ha llevado hasta ese personaje para evitar repetirlo en el futuro. Como indican los sufis, la moneda falsa señala que también hay moneda auténtica. Aprendamos de ello y sigamos adelante.