Sobre la existencia de “herramientas mágicas”
Alejandro Jodorowsky explica en esta entrevista algunas claves importantes
¿Qué herramientas pueden ayudarnos en nuestra búsqueda de respuestas?
En manos de un terapeuta hábil y bien preparado, cualquier herramienta es útil, ya sea el Tarot, el I-ching, la astrología, el eneagrama, los intestinos de paloma, los caracoles, los huesos de pollo, etc.
¿Es posible que cosas tan dispares puedan ofrecer buenos resultados?
No hay que engañarse: todas las herramientas para detectar problemas en los que estamos sumidos, provocan gamas de proyecciones subjetivas, tanto del consultante como del terapeuta.
Supongo que la clave estará en lo que hacemos con esas gamas de proyecciones
Uniendo ambas intuiciones, se puede llegar a descubrimientos esenciales. Pero para ello, hay que dejar las dudas y aceptar la herramienta, cualquiera que ella sea.
¿Nos referimos a herramientas que son mágicas?
Es indispensable eludir la idea que estos elementos de apariencia mágica, contienen una verdad determinada: deben ser manipulados con arte. Su valor consiste en las interpretaciones que se les proyectan.
¿Qué hará un buen terapeuta?
Si el terapeuta tiene talento, establecerá relaciones entre símbolos, palabras o números y gracias a esto, abrirá una puerta en su inconsciente para que le llegue, de una manera absolutamente no científica, una solución al problema.
¿Qué se puede decir del eneagrama?
Todo está en cada cerebro. El ego, en un eneagrama, puede ser ubicado en cualquiera de sus nueve números, pero el Ser Esencial es la totalidad el eneagrama entero.
¿Y con la astrología, el I-ching y el Tarot?
Lo mismo pasa con la astrología: podemos encarcelarnos en un signo, pero en el fondo somos todos Zodiaco. Igualmente con el I-ching: cualquier hexagrama que las monedas nos otorguen, nos dirá algo. Somos los 64 hexagramas al mismo tiempo, tanto como somos al mismo tiempo los 78 arcanos del Tarot.
Entonces ¿qué es lo importante?
Lo importante no es la herramienta, sino quien maneja la herramienta. El mago-terapeuta debe elegir una que le convenga y convertirse en su discípulo - sin necesidad de acumular otras-.
¿Qué hacemos con la herramienta elegida?
Cuando haya incorporado detalle por detalle, relación por relación, interpretación por interpretación, hasta lograr que la herramienta forme parte indisoluble de su memoria, podrá, en estado de trance, entrar en contacto directo con el inconsciente del consultante y obtener sanadoras revelaciones.
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Extracto de una entrevista de Alejandro Jodorowsky en Plano sin fin