Si te sientes rechazado o humillado…
¿Cómo enfrentar el miedo a lo que dirán los otros, a sus burlas, a ser despreciados o ignorados cuando mostramos nuestras creaciones?
La creatividad es lo que nos hace verdaderamente humanos y hay infinitas maneras de mostrarla. Conviene recordar que las dificultades fueron habituales en todo tipo de artistas que triunfaron. Sin ir más lejos es lo que sucedió con los pintores impresionistas en su tiempo. El propio Manet animó a sus amigos a presentar sus obras en el “Salón de los Rechazados” y la aceptación fue bastante importante a pesar de las burlas y críticas de la Academia (que representaba la mirada oficial y ortodoxa)
Hay un acto de psicomagia (acto teatral) que receta Alejandro Jodorowsky a cualquier persona que tenga una madre o padre muy exigente que le haya hecho sentir que no estaba a la altura de sus expectativas. Muchas veces, incluso con la mejor de las intenciones, esas figuras de autoridad -padres- llegan a humillar a sus hijos.
Para convertir la humillación en creatividad hay un acto que consiste en modelar una figura en arcilla, lo más horrible e imperfecta que podamos, y regalársela a ese progenitor tan exigente.
¿Hemos esbozado una ligera sonrisa al imaginar su cara descompuesta… o más bien la simple idea ya nos ha generado un profundo desasosiego? En cualquier caso si somos capaces de realizar esta acción nuestra relación con el perfeccionismo paralizante puede comenzar a cambiar. Estaremos desactivando ese censor externo que siempre está conectado con el que tenemos dentro.
Y es que el punto donde nos humillaron puede convertirse en uno de los lugares más creativos ya que allí creamos nuestro propio “juego”. Si no hacemos nada es posible que continuemos encontrando hasta el final de nuestros días a ese “censor” proyectado sobre diferentes personajes de nuestro entorno y que eso nos conduzca a no sentirnos creativos.