Si estás meditando y llega un “diablo”
La mejor solución, según apunta Alejandro Jodorowsky, es ponerlo también a meditar.
O lo que es lo mismo, si estamos trabajando y aparece cualquier “tentación”, sentémosla a nuestro lado amigablemente sin cambiar de actividad.
Cuando ofrecemos un espacio al “diablo”, sin tratar de escapar, éste pierde fuerza y se disuelve.
No hay que temer a los diablos que se muestran abiertamente frente a nosotros porque a ellos siempre los hemos llevado dentro.