¿Seguro que la inteligencia artificial es la mala de la película?
Reconozcamos que los malos en cualquier película tienen sus luces y los buenos también suelen tener muchas sombras…
Resulta como mínimo curioso observar como la prensa se inunda de noticias con sesgo negativo frente al ChatGPT. Son muchas las opiniones negativas -de conocidos personajes públicos sobre la IA- que solo enumerarlas provocarían que este artículo multiplicara por diez su extensión. Desde la moratoria de seis meses para regular esta poderosa herramienta, hasta quien explica que su uso supondrá el final de las democracias, pasando por el cambio laboral de dimensiones estratosféricas que se avecina para todos.
Ahora hemos abierto una nueva “caja de Pandora” y nos enfrentamos a su contenido. Sucede con las cajas -y con los descubrimientos- que una vez abiertas ya no hay vuelta atrás. Numerosos ejemplos de nuestra historia así lo atestiguan. Galileo Galilei fue obligado a retractarse de sostener que la Tierra giraba alrededor del Sol. Sin embargo la realidad se impone.
En esta película los malos también tienen sus luces. Javier Sampedro en un reciente artículo en El País señala que:
“La mayor contribución de la inteligencia artificial a la ciencia ha sido sin duda AlphaFold que ha deducido de un soplo 200 millones de formas de proteínas partiendo de su mera secuencia de aminoácidos”
La inteligencia artificial al servicio de la ciencia y la medicina es una herramienta muy poderosa. Y aconseja que no disparemos al robot. Que más bien vigilemos a su amo.