Aunque suene paradójico, puede ser buena señal sentirse “perdido”.
Algo te está diciendo que no andas por el camino correcto. Y aquí, “correcto” quiere decir auténtico. Esa senda única que corresponde a tu camino de alma.
Aunque el terreno ya te resulte familiar, aunque hayas invertido tiempo y esfuerzo en su recorrido, aunque sea previsible y seguro, párate y recálcala la ruta. Merece la pena.
Joseph Cambell decía “si puedes ver tu camino trazado frente a ti, ese no es tu camino. Armas tu propio camino a cada paso que das, por eso es tu camino”.
Y si andas buscando un tiempo, eso no es equivocado. Estás en ello. Ya leímos a Borges: "No todos los que vagan están perdidos”.