No hay fronteras en el mundo de los sueños.
La realidad onírica parece situada fuera del tiempo cronológico.
¿De qué forma viajamos en un sueño?
No se puede generalizar. En algunos de los sueños viajar supone llegar al destino sin necesidad de medios de transporte, es instantáneo. En otros el viaje es el camino.
¿Es posible reconocer el lugar al que hemos viajado?
Más que el destino final, lo que importa es lo que sentimos. Algunos lugares no tienen nombre porque en esa dimensión no lo necesitan.
¿En qué se diferencia el sueño de la vigilia?
¡Buena pregunta! Para responderla podemos interpretar lo que nos pasa en vigilia como si fuera un sueño. Del mismo modo cualquier sueño podemos verlo como si se tratara de una enseñanza que nos lanza nuestro inconsciente.
¿Como si se tratara de dos universos?
Consciente e inconsciente funcionan como nuestra respiración. Tengamos en cuenta que un adulto inspira y espira entre doce y dieciocho veces por minuto. Estamos en los dos mundos, ambos conectados, y de los dos podemos aprender.