Dos buzos especialistas entraron en la que fue una “famosa” nave que permanecía sumergida, fuera de servicio desde hacía una década, en las profundidades del olvido. Eran sus antiguos pilotos que, en un ejercicio de nostalgia, descendieron hasta allí para captar su esencia.
Recordando las palabras de su mentor sobre la importancia de adecuarse al tiempo, lugar y gentes, sabían que era absurdo -además de imposible- intentar reflotarla. La tecnología que movía aquel ingenio estaba desfasada y la forma de operar que la caracterizó en sus mejores momentos resultaría completamente denunciable por la actual sociedad.
¿Qué pretendían rescatar exactamente? ¿Por qué llamar con el mismo nombre a una nave diferente?
-Dijeron: “Aprendemos de la experiencia, intentaremos no cometer los mismos errores. Aunque inevitablemente cometeremos otros diferentes”
En eso consiste vivir