Mejor invertir en un nuevo comienzo.
¿Nos falta humildad pera reconocer que hemos equivocado el camino y que la solución no es insistir sobre el error?
Algunos cuentos y chistes explican estas situaciones completamente humanas en las que el protagonista persiste en un camino que a todas luces parece equivocado por haber hecho una fuerte inversión:
En un mercado medieval un viajero vio unas frutas rojas de aspecto exquisito y compró una enorme caja invirtiendo todo su capital. Al probar una de ellas descubrió que eran muy picantes, sin embargo siguió comiéndolas a pesar de la incomodidad que le producían.
A su lado, otro comprador le preguntó: ¿Por qué se empeña usted en comerse esos pimientos rojos que son terriblemente fuertes?
Entonces el viajero le respondió: “No son los pimientos lo que me estoy comiendo, sino mi dinero”
Una historia parecida podemos encontrarla respecto al camino elegido cuando no era el correcto:
Dos amigos circulan a gran velocidad en moto por una autopista en dirección a una ciudad vecina. En un momento dado el amigo que va en la parte trasera le hace saber al piloto que la dirección que llevan no es la correcta, que deberían haber tomado una salida muchos kilómetros atrás.
Entonces el piloto le dice que es un aguafiestas. Que debería quedarse con la sensación tan agradable del viento golpeando sobre sus caras.
Deshacer el camino andado es más práctico que continuar en la dirección equivocada que nunca podrá llevarnos donde queremos ir.