Magas y magos que todavía no saben que lo son
No necesitas tener varita mágica para ser un mago.
Conviene recordar que tus potenciales mágicos se van a ir despertando a medida que los trabajes.
Lee los siguientes apartados y cuantos más encajen con tu forma de ser mayores podrían ser tus aptitudes mágicas.
1.- Te gusta aprender de todo lo que te rodea, incluso de tus errores. Para ti cualquier cosa -incluso una mascota- puede ser un maestro.
2.- Has desarrollado mucho tu intuición. Sabes que es más potente que la razón. Y con esta herramienta prestas muchísima atención a las señales que la vida te pone delante.
3.- Encuentras conexiones entre muchas cosas que aparentemente están separadas. Intuyes que como es arriba es abajo y como es afuera también es adentro.
4.- Nunca has estudiado la comunicación no verbal pero la utilizas con maestría. Por esa razón eres capaz de leer entre lineas -sin necesidad de palabras- para captar aquello que flota en el ambiente.
5.- Te gusta escuchar a tu cuerpo, conoces su diálogo interno y sus señales. Al prestarle atención mantienes una actitud sanadora.
6.- Extraes del mundo onírico mucha información útil para tu vida. Te enfrentas con valentía a tus propios fantasmas internos.
7.- Sabes que el viaje más difícil es el que se hace hacia el interior de uno mismo. Consideras que explorar tus dimensiones interiores, como en el punto anterior, siempre es una aventura apasionante.
8.- En muchas ocasiones te gusta interpretar la realidad como si se tratara de un sueño. Y siempre te quedas con la mejor de las interpretaciones posibles para no alimentar la negatividad.
9.- Sabes que allí donde pones tu atención aquello crece. Por eso buscas aquellas cosas que te permitan sumar.
10.- No olvidas que la experiencia es un grado, de ahí que consideres que el mejor guía es aquel que conoce el camino porque ya lo ha andado.
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PD: No necesitas estar de acuerdo con todos estos puntos para ser un mago. Las capacidades mágicas no caben en ningún decálogo