Nuestro nombre puede esconder algún contrato inconsciente que acabe por condicionarnos la vida. ¿Con qué “cargamos“ de ese ancestro que llevaba nuestro nombre?
¿Quién está tras el nombre de la calle o plaza en la que vivimos? Probablemente haya razones (muchas inconscientes) que nos conectan con ese lugar en el que ahora vivimos.
Nuestro lugar de trabajo (empresa, colegio, etc.) también va a tener un nombre que ejercerá cierta influencia. A través de algo tan aparentemente simple como los nombres se nos puede atar a situaciones.
Personas que se cruzan en nuestro camino por “accidente” y se llaman exactamente igual que algún familiar. ¿Qué nos quieren decir?
¿Por qué no cambiarnos de nombre, de lugar de residencia, de trabajo, o incluso de amistades cuando nos demos cuenta que tras aquellos nombres (solo son la punta del iceberg) hay una enorme carga tóxica que nos inmoviliza?