“Lo que deseas hacer esta noche, hazlo ahora en la mañana”
Lo que nos dice este proverbio turco es que el tiempo en que podemos realizar las cosas es aquí y ahora. Ni el ayer ni el mañana tienen ese potencial.
Alejandro Jodorowsky propone un ejercicio psicomágico para desarrollar nuestra potencialidad que consiste en escribir en una hoja de papel todo lo negativo y amenazante que nos predijeron nuestros familiares y profesores en nuestros años de juventud.
Pueden habernos dicho que no teníamos oído musical, ningún talento para el dibujo o que nuestra actitud era demasiado caótica para llegar a nada en la vida. Incluso que directamente nos hayan llamado tontos y nos hayan prevenido respecto a dedicarnos al mundo artístico para evitar que muriéramos de hambre. Otras indicaciones en el terreno sexual que pueden marcarnos tendrán que ver con señalarnos los peligros de salir con chicas o chicos.
¿Qué hacemos con estas “maldiciones”? Después de completar la lista la quemaremos y con las cenizas nos frotaremos el cuerpo diciendo: “Transformo las maldiciones en bendiciones. Desarrollaré todas mis posibilidades y triunfaré. Amaré y seré amad@. Bendigo lo que auténticamente soy.”
Cualquier acto psicomágico siempre termina con algo positivo. Después de lavarnos pongámonos ropa nueva y demos un paseo por una transitada calle sintiéndonos como si fuéramos la persona más poderosa del mundo.