Lo más parecido a la magia para nuestro cerebro es la acción fantasmal cuántica.
La naturaleza en su escala microscópica se comporta de forma demasiado extraña y desafía toda nuestra lógica hasta el punto de resultar incomprensible para nuestro cerebro humano.
No resulta comprensible para nuestro cerebro que una partícula pueda estar en dos estados a la vez, como pasa con el gato vivo y muerto de Schrödinger. O peor todavía, que varias partículas que están muy alejadas entre sí se comporten como si se tratara de una única (lo que se llama acción fantasmal cuántica)
Incluso Einstein tuvo una relación de amor-odio con este modelo de la física. Estaba convencido de que Dios no jugaba a los dados, escribió en una carta al también físico Max Born. En otra ocasión le preguntó a su biógrafo si creía que la Luna sólo existía cuando la miraban porque no le parecía de recibo que la acción del observador determinara las propiedades de un sistema.
Precisamente ahora se acaba de demostrar científicamente esta acción fantasmal en sistemas separados. Investigadores de Suiza y España han logrado que objetos situados en diferentes lugares se comporten como si fueran un solo sistema. ¡Pura magia!
Una de las aplicaciones de este experimento es que va a permitir desarrollar nuevas tecnologías en el campo de la seguridad en las comunicaciones y también se preparan adelantos extraordinarios en computación cuántica.
PD: Llamamos magia a algo que no somos capaces de demostrar lo que no significa que no tenga existencia…