Las enseñanzas que aparecen en nuestro camino
Todo puede ser un maestro siempre que mantengamos la actitud adecuada.
Cuando estamos verdaderamente dispuestos para el aprendizaje la figura del maestro puede aparecer en nuestras vidas. Si es humano no va a ser perfecto y la forma de reconocerlo -al auténtico- será a través de sus obras más que por su carácter o apariencia externa.
Un maestro real tal vez te diga que no te dejes deslumbrar por personas con egos seductores y seas consciente de que lo verdaderamente importante está en tu interior. Su papel nunca será el de dar una impresión de virtud o poder. Intentará por todos sus medios que desarrolles tus capacidades internas, aquellas que en el futuro puedan servirte como guía hacia tu propio progreso.
Mostrará a su manera aquella parte del camino que conoce de primera mano y te dirá que llegados a un punto -en el que ya no pueda ayudarte- que cambies de maestro o mejor todavía que busques el maestro que está en tu interior.
Un buen consejo para no perder nuestro tiempo (lo único valioso en este plano) es que nunca esperemos que del exterior nos llegue algo liberador.
(PD: La única excepción es la enseñanza de los verdaderos maestros pero desafortunadamente estos son muy pocos)