La sordera selectiva
Los oídos son para escuchar tanto lo que nos gusta como lo que nos disgusta.
Asumamos que existen distintas enfermedades -o accidentes- que puedan afectar total o parcialmente nuestra capacidad auditiva.
Sin embargo hay otros tipos de sordera que conviene conocer dado que también pueden mermar nuestra capacidad de escucha:
La sordera psicológica podríamos definirla como la situación en la que no escuchamos aquellas cosas que no hemos podido experimentar o que por alguna razón no nos convienen.
La sordera selectiva es la que afecta solo a uno de nuestros oídos. Tal vez no seamos capaces de prestar atención a los mensajes que nos llegan por vía materna -oído izquierdo- o a través del linaje paterno -oído derecho-
La sordera congénita en posteriores generaciones puede darse cuando los nuevos frutos del árbol nacen programados para no oír. Es probable que haya un secreto que debe ser protegido en el árbol genealógico.
Duro de oídos es similar a hacerse el sordo para no escuchar ninguna recriminación. También es un signo que podría mostrar cierta tendencia al aislamiento, a desear que lo dejen en paz.
Tumores de oído podrían estar mostrando los gritos, peleas y discusiones que se escucharon durante la infancia.
PD: Tengamos en cuenta que todas estas indicaciones solo son posibilidades para ser exploradas, nunca certezas. Después de tomar conciencia de aquellas “corrientes subterráneas” que puede estar afectándonos, también es muy aconsejable tratar cualquier problema médico a través de un buen profesional de la medicina.