La “Puerta del Infierno”
Esta referencia es de un astrólogo del siglo IV llamado Julius Firmicus Maternus.
Era la entrada de la segunda casa -la de las propias necesidades ineludibles- y para este astrólogo resultaba infernal por no tener ningún aspecto con la puerta principal, aquella que mostraba la imagen que damos al mundo.
¿Qué son necesidades ineludibles?
Son bastante más que el dinero y los recursos. Por ejemplo la necesidad de protección y cariño resulta fundamental para un niño.
¿Qué ocurre cuando estas necesidades no son satisfechas?
En nuestro mundo humano resulta bastante habitual necesitar algo y a pesar de no tenerlo continuamos adelante. Sin embargo durante nuestra infancia pudimos habernos sentido desprotegidos y como consecuencia de aquello ahora podemos cargar cierta angustia existencial.
¿Conoce alguna historia que muestre que eso que llamamos infierno es en realidad una actitud frente a la vida?
El siguiente cuento lo expresa muy acertadamente.
“Cierto día, un sabio visitó el infierno. Allí, vio a mucha gente sentada en torno a una mesa ricamente servida. Estaba llena de alimentos, a cual más apetitoso y exquisito. Sin embargo, todos los comensales tenían cara de hambrientos y el gesto demacrado: Tenían que comer con palillos; pero no podían, porque eran unos palillos tan largos como un remo. Por eso, por más que estiraban su brazo, nunca conseguían llevarse nada a la boca.
Impresionado, el sabio salió del infierno y subió al cielo. Con gran asombro, vio que también allí había una mesa llena de comensales y con iguales manjares. En este caso, sin embargo, nadie tenía la cara desencajada; todos los presentes lucían un semblante alegre; respiraban salud y bienestar por los cuatro costados. Y es que, allí, en el cielo, cada cual se preocupaba de alimentar con los largos palillos al que tenía enfrente”
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Peter Brooklyn-R. Profesor, escritor y aprendiz de astrólogo.