¿Estamos rodeados de caminos e influencias "invisibles"?
Sobre los entresijos del “poder” y su capacidad para condicionarnos mas allá de lo que imaginamos.
Tendemos a pensar que como seres humanos somos esencialmente libres. Sin embargo desde nuestro nacimiento la familia, a su manera, busco la forma de hacernos encajar en algún molde que consideraron adecuado. Más tarde llovería sobre mojado con la llegada de la etapa escolar y su enorme poder normativo. Esta etapa formativa tiene un peso enorme (para bien o para mal) porque en nuestra cultura se extiende durante muchos años.
Tampoco podemos olvidar que formamos parte de una sociedad en la que los condicionamientos religiosos -de uno u otro tipo- están presentes. Ni que en nuestra etapa laboral cualquier empresa en la que entremos a trabajar va a imponernos sus propias reglas.
Cada una de estas instituciones que nos rodean han moldeado en diferentes grados nuestros comportamientos, acciones, gustos, deseos, hábitos… e incluso pueden llegar a tener influencia sobre nuestros cuerpos.
Michel Foucault, decía que el poder tiene la capacidad para convertir al ser humano en un producto normalizado de carácter institucional.
Por tanto solo en la medida que seamos conscientes de ello podremos escapar de estas cárceles limitantes y expandirnos utilizando todo nuestro potencial.
Nos gusta pensar que la mayor felicidad es ser lo que somos, algo que está en nuestras manos descubrir.