En todas las épocas hay magos sobre la Tierra.
Aunque un numero de estos viven su encarnación sin llegar a descubrirlo, ignorando completamente a la maga o al mago que tienen en su interior.
La rutina y la pereza pueden mantenernos “dormidos” a nuestra verdadera esencia. Y el olvido de nuestros dones es aplicable en cualquier disciplina.
¿Cómo despertar?
Este es el desafío al que nos enfrentamos y lamentablemente no hay ninguna receta de carácter universal que podamos aplicar.
Seguir las pistas que la vida nos pone delante, prestando toda la atención posible al aquí y ahora, tal vez sea un buen comienzo. También apartarnos de los automatismos puede ayudarnos a recordar que no somos robots y que disponemos mayores capacidades de las que imaginamos. Y por supuesto continuar aprendiendo hasta el último día de nuestra vida puede convertirse en el mejor lubricante para mantener la necesaria flexibilidad de nuestra mente.
PD: ¿Si no descubrimos lo que somos y a qué hemos venido ahora que estamos vivos cómo lo haremos después?