El código de circulación de tu niño interior
Una reflexión sobre las normas que en la infancia nos ayudaron a sobrevivir y que ahora nos convierten en adultos neuróticos.
Nuestro niño interior pudo escribir un “código de circulación” que le resultó tan útil en su infancia que ahora como adulto se resista a cuestionarlo. El código puede que diga:
Mejor sacrificarme que decir “no”. Mejor atender las necesidades de los demás antes que las mías. Mejor pensar que sentir. Mejor evitar que afrontar. Mejor callar que expresarme. Mejor no pedir ayuda que verme rechazado. Mejor seguir en relaciones tóxicas que estar en soledad. Mejor desconfiar de mi intuición que dejarme llevar por vías de conocimientos que no sean racionales. Mejor poner el foco en lo negativo de cualquier experiencia que subrayar lo positivo y aleccionador de lo sucedido. Mejor definirse con etiquetas estáticas que conocer mi esencia y mi naturaleza y estar abierto a evolucionar.
Cuando ha cambiado el territorio y transformado el vehículo, ¿tiene algún sentido seguir utilizando el antiguo mapa y la misma forma de conducir?