Diálogo con una analista de sueños.
Sobre las cartas que nos envía cada noche nuestro inconsciente
-Analista: ¿Dedicas unos minutos diarios a registrar los sueños que tienes?
Confesó que en realidad solo anotaba, muy de vez en cuando, algunos sueños que conseguía recordar. Le faltaba constancia a la hora de plasmar su vida onírica.
-Analista: Con la práctica puedes llegar a convertirte en “un pescador” de tu propio inconsciente. ¿Por qué no cuentas algún sueño de esta noche?
Recordó uno en el que estaba conduciendo su vehículo por las estrechas calles de su pueblo natal en dirección hacia la casa en la que había nacido. Le sorprendía la enorme cantidad de tráfico que había (algo extraño en un pueblo tan pequeño) que provocaba que avanzara de manera muy lenta.
-Analista: Los sueños de vehículos que uno mismo conduce suelen tener conexión con el propio cuerpo. En este sueño ya asoman dificultades que después tendremos que ir desgranando.
Percibía cierta agresividad por parte de otros conductores que trataban de incorporarse de cualquier manera (incluso marcha atrás) a la calle principal por la que él estaba circulando. En un punto de aquella calle que permitía avanzar a dos vehículos en paralelo otro trató de adelantarlo pero no lo consiguió porque chocó contra un elemento metálico.
-Analista: Es importante preguntarnos qué sentimos dentro de la escena correspondiente. Aparece cierta agresividad por parte de los otros conductores.
Esta agresividad puede venir de partes de ti mismo que no reconoces. El que circula marcha atrás avanza hacia el futuro de espaldas, sin querer tomar conciencia de ello. El conductor que choca puede estar señalando que tratar de adelantar en un lugar con tan poco espacio, donde además aparecen elementos inesperados, resulta peligroso.
Cuando ya solo quedaba un giro para incorporarse a una estrecha calle en subida observó que estaba conduciendo el automóvil como si midiera más de tres metros. Su cabeza estaba muy por encima del techo y era consciente de la dificultad del manejo de los pedales estando de pie.
-Analista: Estar con la cabeza fuera del coche, muy por encima del mismo, es como si dirigiera esa maniobra el “Yo superior”
Tuvo que superar una última dificultad, la calle de subida tenía unos cables situados a unos tres metros de altura que la cruzaban trasversalmente. Como estaba conduciendo desde una altura mayor tuvo que agacharse -estando de pie- manteniendo al mismo tiempo el control del acelerador y embrague.
-Analista: La buena noticia es que consiguió superar las dificultades con la ayuda de su parte más consciente.
La otra buena noticia es que: ¡Cualquier sueño, si se trabaja, siempre ofrece valiosa información!