Es un suceso vivido como beneficioso, pero que es extraño que pase; la mente racional lo atribuye al azar; el espíritu lo atribuye al “misterio”.
Nos gustan los misterios y más los que nos hacen bien. Por eso vamos a buscarlos y ¿quien sabe si a propiciarlos?:
1.-Empieza por una declaración de intenciones: «A partir de hoy, viviré la vida como si fuera un milagro».
Sólo hay dos maneras de vivir tu vida. Una es como si nada fuera un milagro. La otra es como si todo fuera un milagro.
Albert Einstein
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2.-Toma conciencia de cada uno de tus órganos y maravíllate de que funcionen como lo hacen.
Creo en la carne y en los apetitos, ver, oír, tocar… ¡Cuántos milagros!, y cada parte de mi ser es un milagro.
Walt Whitman
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3.-Dedica unos minutos a contemplar lo que te rodea con ojos de niño@, asombrándote de la maravilla de que exista ahí todo lo que estás percibiendo.
Si pudiéramos ver el milagro de una sola flor claramente, nuestra vida entera cambiaría.
Buda
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4.-Haz un repaso a tu historia desde niñ@, buscando acontecimientos que viviste como verdaderos milagros.
Los milagros pueden ocurrir todos los días, en cada hora, y en cada minuto de tu vida.
Deepak Chopra
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5.-Recuerda también aquellas decisiones que tomaste en base a tu intuición y de las que te has alegrado el resto de tus días.
Usted es el milagro y todo lo que toca puede convertirlo en milagro.
Thich Nhat Hanh
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6.-Refuerza la confianza en la mágica danza de la realidad.
Los seres humanos son capaces de obrar milagros cuando tienen fe.
Thomas Carlyle
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7.-Asegúrate de que cada día el amor está detrás de cada uno de tus actos.
El amor verdadero hace milagros, porque el mismo es ya el mayor milagro.
Amado Nervo
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8.- Si tienes necesidades, trabaja para satisfacerla. No pidas que nada suceda. Lo que ha de venir, vendrá.
¡Actúa en vez de suplicar. Sacrifícate sin esperanza de gloria ni recompensa! Si quieres conocer los milagros, hazlos tú antes. Sólo así podrá cumplirse tu peculiar destino.
Ludwig van Beethoven
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9-No caigas en la tentación de intelectualizar ni de gritar a los cuatro vientos las señales, las sincronicidades, las causalidades… los milagros.
Los creyentes en milagros nunca deberían tratar de explicarlos. No hay más que una forma de explicar algo, y es demostrarlo por medios naturales. El momento en que uno explica un milagro, ya desaparece.
Robert Ingersoll
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10.- Por último, entrénate cada día en la habilidad de descubrir esas aparentes «casualidades» y confía en que «algo superior» trabaja a favor de la evolución de tu conciencia.
Lo que la gente llama casualidad son milagros, la realidad si aprendes a verla es milagrosa.
Alejandro Jodorowsky