Arnaud Desjardins, director de cine francés, estudioso y divulgador de las grandes tradiciones espirituales en Europa: el hinduismo, el budismo (tibetano y zen) y el sufismo (místico del Islam) de Afganistán. en su libro “Una vida feliz, un amor feliz” explica cuáles son, desde su visión, las condiciones para el bienestar en la pareja.
Que sea fácil, que fluya sin demasiado esfuerzo.
Que las cosas sean cómodas, que no tengáis que malgastar grandes cantidades de energía en emociones ni se os obligue a luchar contra éstas.
Porque cuando esta condición se da, existe una comunión real, una comodidad que no es rutinaria, en la que no hay dramas ni tragedias, sólo bienestar.
Todo se desenvuelve con naturalidad, y las cosas resultan fáciles y gráciles.
Que vuestras dos naturalezas no sean demasiado incompatibles, no demasiado diferentes.
Que la comprensión del otro no esté más allá de vuestras capacidades.
Que seáis verdaderos compañeros, que os sintáis como tales, acompañados, ya que el otro es también un amigo y la amistad no se desgasta con el curso de los años.
Que podáis compartir vuestras peculiaridades, gustos, intereses, diferencias, complicidades.
Que encontréis en la otra persona a alguien a quien entendéis y que os entiende.
Que tengáis fe y confianza plena en el otro.
Que el otro os inspire una completa confianza sobre la cual se pueda cimentar un amor duradero, susceptible de crecimiento.
Que tengáis la convicción de que el otro no os va a dañar.
Que impere el deseo espontáneo de que el otro esté bien, lo cual quiere decir, el deseo de que esté bien por encima de vuestros miedos o carencias.
Y que siempre encontréis la propia felicidad con la plenitud del otro.